Desde la década de los 60, cuando la familia Mansilla toma posesión de la Hacienda, comienza un especial interés por el resguardo de la continuidad de la especie. La preocupación y cuidado por evitar la extinción de la Palma Chilena, se tradujo en programas de replantación y multiplicación sostenida de esta.

Es importante destacar que para la producción de Miel de Palma, desde el año 2008, la savia es extraída a través de una cuidadosa poda, cayendo gota a gota por un tiempo limitado, de esta forma la palma continua creciendo con fuerza y vigor.

En la actualidad tras largos años de trabajo, el resultado de esta dedicación y esfuerzo, se refleja en un incremento que triplica la Palma Chilena en el sector y además múltiples viveros, destinados a la siembra y renovación de ejemplares jóvenes, venta u obsequios.